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El episodio de la declaración de Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), en el caso Bankia , prevista para el 8 de mayo, entra en una nueva fase. El FMI ha comunicado a la Audiencia Nacional que Lagarde, que tiene rango de jefe de Estado, no quiere declarar por videoconferencia, y que solo lo hará por cuestionario previo, siempre que se envíe un informe en el que se justifique los motivos de su comparecencia ante este tribunal.

 

Los magistrados de la Audiencia Nacional han solicitado a las partes que habían pedido la comparecencia de Lagarde, entre ellos la Confederación Intersindical de Crédito (CIC), que hoy mismo envíen “el informe con los motivos y objetivos de dicha testifical y el tipo de información que se espera obtener”, según una providencia a la que ha tenido acceso EL PAÍS. También se ha pedido la declaración de Ceyla Pazarbasioglu, directora adjunta del FMI en 2012, aunque ya no está en el organismo por es una vicepresidenta del Banco Mundial. LEER NOTICIA COMPLETA EN ARTÍCULO ORIGINAL

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La Confederación Intersindical de Crédito (CIC), que ejerce la acusación popular en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia, ha pedido al tribunal que requiera a los inspectores del Banco de España encargados de la entidad para que aporten cuatro correos electrónicos que no constan en la causa.

Durante su declaración ante la sección cuarta de la Sala de lo Penal del Audiencia Nacional, los pasados 8, 9 y 10 de abril, los inspectores del Banco de España José Antonio Casaus y José Antonio Delgado se refirieron a una serie de correos electrónicos enviados en enero, marzo y abril de 2012.

En dichos correos constan reuniones mantenidas con el auditor de la entidad (Francisco Celma, socio auditor de Deloitte), el presidente de Bankia (Rodrigo Rato) y el consejero delegado (Francisco Verdú), pocas semanas antes de la formulación de cuentas del ejercicio 2011, que son las que sirvieron de base para la salida a bolsa.

En uno de ellos, explica la CIC, se resume una reunión con el consejero delegado de Bankia Francisco Verdu, que habría confirmado la inviabilidad de BFA (matriz de Bankia) y comunicado su intención de presentar un plan de reestructuración, LEER NOTICIA COMPLETA EN ARTÍCULO ORIGINAL

Casaus asegura que el informe de seguimiento del 31 de marzo fue edulcorado y dice que la salida a bolsa era una "bombona de oxígeno", no la solución.

 

Gema Huesca
martes, 09 abril 2019, 13:02  NOTICIA ORIGINAL EN LA INFORMACIÓN

José Antonio Casaus, el inspector del Banco de España autor de los famosos correos que envió a sus superiores en los que advertía de la mala situación de Bankia, ha apuntado en su declaración como testigo en la Audiencia Nacional que su "gran error" fue suavizar el informe de seguimiento que emitió el supervisor sobre el proceso de integración a fecha de marzo de 2011. Al respecto ha asegurado que matizaron el último párrafo en el que apuntaban que los saneamientos realizados eran suficientes para afrontar el deterioro de activos inmobiliarios durante tres años por recomendación expresa de su superior, pese a que el equipo de seguimiento consideraba que faltaban saneamientos por importe de entre 8.000 y 10.000 millones de euros.

"Hablamos con Pedro (Comín) y le dijimos: 'Pedro, no lo vemos porque lo que vamos a poner es que faltan saneamientos'. Entonces nos dijo: 'Poned una cosa que no comprometa mucho' y él redactó la primera parte del párrafo", ha asegurado Casaus durante su testifical en este procedimiento que sigue la Audiencia Nacional y en la que ha añadido que incluyeron esta parte en contra de lo que pensaban. El inspector se refería así a Pedro Comín, entonces director general adjunto de Supervisión del Banco de España y que declara también como testigo los próximos 23 y 24 de abril.

En relación a los famosos correos enviados los meses de abril y mayo de 2011, previa salida a bolsa de Bankia, Casaus ha insistido en que el banco "no era viable" y, por tanto, la opción del debut bursátil con la que barajaban captar 3.000 millones de euros se podía entender como un "chute", una "bombona de oxígeno", pero no la solución definitiva para los problemas de solvencia de la entidad. Consciente de la relevancia que tuvieron sus comunicados -y que devinieron en la imputación durante la instrucción de la cúpula del BdE y de la CNMV-, Casaus ha matizado que simplemente planteó unas opciones teóricas ante el temor de que el grupo finalmente tendría que ser intervenido, especialmente por la mala situación de la matriz BFA. De hecho, ha llegado a apuntar que si se tratara de dos bancos separados "BFA hubiera sido intervenido y Bankia no".

Sobre el informe de PwC: "Se quedó corto"

En lo que respecta al informe de PwC elaborado en 2010 y que ampliaba el rango de ajuste inicial recogido en el plan de integración hasta los 11.500 millones de euros, el inspector ha asegurado que se trató simplemente "de una decisión estratégica" de la cúpula de la entidad. "Sencillamente se dieron cuenta de que quedaban saneamientos pendientes y que la pérdida no era de 6.000 millones sino de mucho más. Pensaron que si no lo hacían entonces lo tendrían que hacer en dos años y esto se iría al garete", ha asegurado.

Aunque ha reconocido que cuando la reunión a la que fueron convocados para presentarles este informe a finales del año 2010 les pilló "por sorpresa", lo cierto es que se dio cuenta de que Bankia contrató a la consultora para justificar en cierta manera su intención de sanear contra patrimonio en diciembre de ese ejercicio y dejar las cuentas saneadas para un futuro; teniendo en cuenta, además, que coincidió en tiempo con la cercana aprobación del Real Decreto Ley 2/2011 para el reforzamiento del sistema financiero. "No perdí mucho tiempo en analizar los numeritos que había ahí. Se seguía quedando corto", ha apostillado.

"Se hizo lo que se pudo, no lo que se tenía que hacer"

El inspector del Banco de España ha vuelto a mostrar la discrepancia que ha mantenido con sus superiores en torno a la mala situación de Bankia antes de la salida a bolsa afirmando que cuando se incorporó al equipo de inspección de Caja Madrid, antes de la creación del SIP, la situación "preocupaba" por un lado porque el equipo de supervisión estaba "descabezado" y, por otro, porque la caja –que en aquel entonces era la cuarta de activos de España- tenía un perfil de riesgo alto.

"Si las cajas hubieran hecho todos los saneamientos que pensábamos que le faltaban hubieran entrado en pérdidas. No se puede exigir en base a un ejercicio generalizado que no da nombre a nombre. Esto se ve desde un punto de vista analítico y te da una idea del posible quebranto de las entidades", ha apuntado Casaus quien durante su testifical ha recordado en varias ocasiones que "se hizo lo que se pudo hacer, no lo que se tenía que hacer" teniendo en cuenta que "no fue una época nada fácil".

Al igual que han hecho otros altos cargos del Banco de España en su declaración en este procedimiento, Casaus ha aludido expresamente a la situación de Bancaja, la cual estudió otro equipo de supervisión del Banco de España previa fusión que dio lugar al nacimiento de BFA. Los expertos, según ha relatado a preguntas de la fiscal Anticorrupción del caso, Carmen Laúna, se fijaron especialmente en el balance de la caja valenciana y concluyeron que había reconocido un porcentaje mucho menor de créditos dudosos que Caja Madrid, por lo que cabía esperar que tuviera unos activos peores que los demás.

"El auditor nos dijo que le faltaban papeles"

Ya en la sesión de tarde, el inspector crítico con la salida a bolsa de Bankia se ha referido a la reunión que mantuvo el supervisor con el auditor externo del banco, Francisco Celma. Al respecto ha reconocido que en el encuentro mantenido entre las partes apenas semanas antes de que Bankia presentara los estados anuales de 2011 a la CNMV sin auditar, el socio de Deloitte le trasladó "tres cosas fundamentales": la incertidumbre ante la cercana aprobación del segundo Real Decreto de Guindos, la ausencia de documentación para pronunciarse sobre las cuentas y la estimación por parte de la firma de que se iban a producir unas pérdidas no esperadas de 5.000 millones de euros.

También se ha referido a la reunión que mantuvieron en la sede de Bankia con Rodrigo Rato el 6 de marzo de 2012 en la que los inspectores del supervisor le comunicaron "sin miedo" su análisis acerca de la mala situación de la entidad. "Estuvimos una hora y media con Rato y le dijimos todo lo que opinábamos de la gobernanza y de BFA. Pusimos todo sobre la mesa… le dijimos que era inviable y Rato respondió que estaba de acuerdo", ha asegurado Casaus.

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El inspector del Banco de España, José Antonio Delgado, ha calificado la creación y salida de Bolsa de Bankia de "maquillaje de un muerto" en el que fue decisiva la colaboración de sus superiores en el Banco de España para tapar "la morosidad encubierta" con que salió a Bolsa y continuó su andadura. La juez de la Audiencia Nacional, Ángela Murillo, ha llegado a llamarle la atención por sus duras opiniones sobre el supervisor, que logró librarse de ser acusado en la causa. Delgado, directivo de la Asociación de Inspectores, ha ofrecido en el juicio aportar nuevos correos internos sobre Bankia de 2012. En ellos ha asegurado que se informó a sus superiores en el organismo supervisor que la dirección de Bankia, encabezada por Rodrigo Rato, admitía ya en el primer trimestre de ese año -el rescate llegó en mayo- que la matriz del banco, BFA, era "inviable".

Delgado, que formó parte de los equipos de inspección de Bankia, ha acudido al proceso en calidad de testigo y, en larga declaración de mañana y tarde en la línea de los peritos del Banco de España, ha presentado la fusión de Caja Madrid, Bancaja y otras cinco cajas de ahorros como un error con falsedad en las cuentas ya desde el inicio. Ha llegado a decir que la valenciana Bancaja estaba "muerta" desde hacía tiempo con deterioros iniciados en 2008 y que, por tanto, debió ser intervenida ya en aquel momento. Sin embargo ni el Banco de España ni el Gobierno de Zapatero optaron por esa solución, sino por su fusión con Caja Madrid y otras entidades en una operación que Delgado ha calificado de cosmética y que no habría funcionado sin el apoyo del Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores y la auditora Deloitte.También ha sido crítico con Analistas Financieros Internacionales y PriceWaterhouseCoopers que asesoraron la fusión fría de las cajas con información de partida que era "falsa", a su juicio.

"Lo ideal hubiera sido que alguien revisara los balances de las cajas, pero eso no lo hizo nadie. El plan de integración, que incluía las proyecciones futuras, se determinó mediante una información de base proporcionada por las entidades que era incorrecta", ha testificado. Delgado ha respaldado al también inspector José Antonio Casaus, célebre por sus correos internos alertando del desastre. "Nada más llegar Casaus me avisó de a lo que me enfrentaba. Era un banco inviable. Se decía que había un banco bueno (Bankia) y un banco malo (BFA), pero la realidad es que había un banco malo (Bankia) y un banco peor (BFA)", ha declarado.

En cambio, fue crítico con sus superiores que firmaron informes respaldando la solvencia de Bancaja en 2010, cuando a su juicio, era la peor que caja que había visto en su vida.

También resaltó que los problemas en Bankia en 2012 cuando la caída de Rato y la reformulación de cuentas de José Ignacio Goirigolzarri no obedecían a una recesión económica inesperada, como sostiene el ex gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, sino a una "morosidad encubierta" que no podía permanecer oculta más tiempo. La entidad recurría a refinanciaciones cada vez más peligrosas."Es falso que se debiera al entorno económico, recoge la morosidad encubierta que el equipo del Banco de España venía manifestando desde hacía tiempo", ha precisado. Ha llegado a cuantificar en 20.000 millones el riesgo, fundamentalmente en el ladrillo, mal contabilizado.

"La preocupación fue aumentando, el tono era de mucha más gravedad. Veíamos que el deterioro que se traía de base se materializaría", ha asegurado, sin que el equipo de Rodrigo Rato tomara las medidas oportunas.

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  • El expresidente del BBVA afirma que la operación "fue una decisión que le hizo muchisimo daño a nuestro país"
  • Dice que el Banco de España "no quiso afrontar el problema de Bankia" y que la unión con Bancaja fue "el toque final"

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Por PEDRO L. MANJÓN    Artículo Original

 

El expresidente de BBVA, Francisco González, ha asegurado en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia que la entidad que dirigía fue "implacable" en no participar en esta operación pese a los intereses existentes, algo que hizo con la voluntad de "pararla" ya que "estaba claro que eso no valía nada". "[El debut en el parqué] fue una decisión que le hizo muchisimo daño a nuestro país", ha aseverado el banquero.

González ha explicado que tomaron esa posición al ver que ninguno de los inversores internacionales estaban en el libro de "una salida a Bolsa de tal magnitud", cuando ellos "actúan de forma independiente y objetiva" y "valoran los precios sin presión". "Es un hecho inédito y por tanto dijimos que no", ha asegurado.

El objetivo, según su declaración, era "defender los intereses" de sus clientes y algo más. "Yo pensaba que con la posición nuestra podíamos parar esa salida a Bolsa, que al no estar influiríamos en todos para que se parara, pero desgraciadamente no nos hicieron caso", ha remachado ante el tribunal.

"Una decisión que le hizo muchisimo daño a nuestro país"

"[La salida a Bolsa de Bankia] fue una decisión que le hizo muchisimo daño a nuestro país", ha señalado González, quien ha defendido también que esa "mala decisión" fue de los administradores de Bankia y del "conjunto de instituciones y entidades que, con presión o sin presión, "se dedicaron a hacer algo que no se tenía que haber hecho".

No obstante, en su opinión, ese "error" no fue delito. "Yo no puedo decir que haya habido engaño porque creo que no ha habido dolo, sino un conjunto de circunstancias propiciadas sobre todo por el poder político", ha declarado ante el tribunal.

El expresidente del BBVA ha insistido en varias ocasiones que su banco dijo "no" a participar en la ampliación de capital de Bankia pese a la presión de los poderes políticos y del Banco de España, cuyo subgobernador Javier Aríztegui llegó a llamar a su entonces consejero delegado para que suscribieran acciones de esta operación.

"El Banco de España no quiso afrontar el problema"

Con el Banco de España ha sido muy crítico González. Ha asegurado que el organismo "no quiso afrontar el problema" de Bankia y que por eso, por ejemplo, no estuvo en la reunión que mantuvo en la sede del Ministerio de Economía con el entonces titular del Departamento Luis de Guindos y los presidentes de Santander y La Caixa, Emilio Botín e Isidro Fainé.

"Nosotros sí quisimos afrontar este problema. El que no estuviera [en la reunión] no es normal, debería haber estado", ha señalado González, quien ha asegurado que ya entonces su entidad había cifrado las necesidades de capital de Bankia a entre 15.000 y 20.000 millones de euros, cerca de la cifra que necesitó finalmente.

En esas dos cenas que tuvieron lugar los días 4 y 6 de mayo de 2012, los banqueros y el ministro trataron la situación de Bankia. Allí Rodrigo Rato explicó que "con 7.000 millones podía sacar adelante el grupo" mediante ampliaciones de capital, bonos y otras operaciones, y "solucionar los problemas de credibilidad y de confianza de los mercados internacionales", algo en lo que ni él ni Botín estaban de acuerdo.

"Yo personalmente creo que le dije al señor Rato que lo mejor era que él dimitiera porque no iba a poder conseguir ese capital de 15.000 o 20.000 millones. Él era una persona superrelevante dentro y fuera de España, de enorme prestigio, y lo mejor para todos era que dimitiera y diera paso a una solución viable", que pasaba por que el Estado pusiera esa cifra.

"Juntaron cajas malas con cajas malas para sacar cajas peores"

González ha afirmado durante el juicio que la posición del Banco de España, desde el año 2008, era fomentar los SIP (sistema de protección de activos, conocidos como fusiones frías), "ganar tiempo y arreglar los temas sin que entrara el Estado", sin capital público "porque eso políticamente era un gran problema en el año 2011" e intentar que las cosas se vayan arreglando.

Se quiso dar la sensación de que todo iba bien, y todo no iba bien

"Se quiso dar la sensación de que todo iba bien, y todo no iba bien", ha declarado este miércoles el expresidente del BBVA, quien ha rememorado que en 2007 y 2008, al inicio de la crisis, en España se mantuvo que el sistema financiero era "el mejor del mundo, que estaba muy bien", cuando no era así.

En este punto, González ha criticado con dureza las fusiones frías, "que era juntar cajas malas con cajas malas y sacar cajas peores" y ha señalado que "la inclusión de Bancaja fue el toque final que puso a Bankia en una situación muy complicada". La sensación que había es que "en España había un problema muy grande, y que si no se arreglaba lo de Bankia iba a arrastrar al conjunto del sistema financiero".

González ha declarado que la de Bankia "es una historia de tiempo, no una historia de un día" y ha explicado que manifestó personalmente en todo momento a la cúpula del Banco de España, entonces liderada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que "había que hacer algo" con la entidad, pero que el organismo no hizo nada.

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Lunes, 10 Diciembre 2018 12:55

"CASO BANKIA" Campaña de Crowdfounding

La acusación popular del Caso Bankia, la Confederación Intersindical de Crédito (CIC) lanza un crowdfunding para poder asumir el coste del juicio oral, que comenzará el próximo 8 de enero y se prolongará más de seis meses.

La Confederación Intersindical de Crédito (CIC), acusación popular que hasta el momento ha liderado la acusación del llamado “caso Bankia”, en el que se investiga el posible fraude en la salida a bolsa de la entidad y su multimillonario rescate por todos los españoles, anuncia el lanzamiento de un crowdfunding a fin de poder asumir el coste del juicio oral, que comenzará el próximo 8 de enero de 2019 y que se prolongará hasta fines de junio de 2019. Dicho juicio oral será el colofón de una macro-causa, cuya instrucción comenzó hace seis años, que cuenta con un total de 35 acusados: los 31 consejeros imputados, exdirectivos de Bankia y BFA, el socio de Deloitte encargado y la propia sociedad de auditoría.

En el ejercicio de la acusación popular, gracias a la cual se van a sentar en el banquillo dichos acusados, CIC se ha enfrentado a una verdadera legión de abogados defensores, con recursos prácticamente ilimitados, lo que le ha supuesto hasta la fecha un gasto de más de 70.000 euros (incluyendo el abono de las fianzas, gastos de abogados, etc.), careciendo de más recursos económicos para poder afrontar este juicio, de cara al cual lanza un crowdfunding con el objetivo de recaudar 30.000 euros en el plazo de 30 días (hasta el próximo 10 de enero), de cuyo éxito depende que pueda continuar con el ejercicio de la acusación o retirarse.

En el presente caso es especialmente importante la labor realizada por esta acusación popular y de su abogado Andrés Herzog, y su presencia en el acto del juicio, toda vez que el Estado, a través del FROB, ha hecho dejación absoluta de sus funciones y la fiscalía sólo mantiene su acusación (de momento) frente a cuatro consejeros, eximiendo de responsabilidad a la empresa auditora, además de haber colaborado también a que quedaran fuera los organismos supervisores.

No solo la acusación popular ha llevado hasta ahora el peso de la investigación, proponiendo la mayor parte de las diligencias que han hecho avanzar a la causa, sino que su ausencia del juicio oral significaría que importantes testigos del caso quedarían también eximidos de declarar, tales como el ex ministro de economía, Luis de Guindos, los ex presidentes de Caixabank o BBVA, Isidro Fainé y Francisco González, o Directora Gerente del FMI, Christine Lagarde.

Por todo ello hacemos un llamamiento a nuestros asociados, organizaciones de todo tipo, partidos políticos, sindicatos y a todos los ciudadanos comprometidos, que quieran colaborar a hacer Justicia y a que estos gravísimos hechos tengan por una vez consecuencias, aportando su granito de arena para sostener esta cruzada contra los fraudes bancarios, la corrupción y el clientelismo, en cuyo origen se encuentra no sólo el despilfarro sino también la falta de control de nuestras instituciones, como el Banco de España, el FROB o la CNMV.

Ponemos a disposición de todos los que quieran colaborar una cuenta abierta con esta finalidad, de la que daremos puntual cuenta con absoluta transparencia, informando detalladamente de la marcha de la crowdfunding y del cumplimiento de su objetivo, que irá íntegramente destinado a poder hacer frente a los costes del proceso judicial.

IBAN ES13 2103 0410 0700 3000 3142

En el concepto de la transferencia, rogamos poner un email de contacto.

Muchas gracias a todos por vuestra colaboración y difusión de la presente campaña de recaudación de fondos.

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La Confederación Intersindical de Crédito (CIC) ha pedido al juzgado que
instruye el caso Bankia que vuelva a tomar declaración a los responsables de
Deloitte, en este caso en calidad de investigados. El sindicato considera que,
desde que se inició el proceso, se han aportado más datos que ponen de
manifiesto el papel que jugó la consultora en el caso. Entre ellos, destaca la
resolución del ICAC que la declaraba responsable de varias infracciones, o el
informe pericial complementario que concluye que “el fraude presuntamente
perpetrado mediante la salida a bolsa de la entidad no se hubiera podido realizar
sin la colaboración de Deloitte”.


La Confederación Intersindical de Crédito (CIC) ha presentado un escrito al Juzgado
central de Instrucción núm. 4 de la Audiencia Nacional a través del cual solicita que se
vuelva a tomar declaración a los responsables de la firma Deloitte, en este caso en
calidad de investigados, dentro del proceso abierto en el caso Bankia.

Desde el sindicato, que ha incorporado a su equipo jurídico a Andrés Herzog, se alega
en primer lugar que desde que el socio responsable de Deloitte de las auditorías del
Grupo BFA-Bankia, Francisco Celma, prestó declaración en calidad de testigo en
febrero de 2013, “en un momento muy inicial de la instrucción”, se ha aportado una
“ingente” cantidad de información sobre la gestión y la situación patrimonial de la
entidad, y se han practicado “multitud de diligencias que han permitido conocer mucho
mejor la labor de la citada auditora en la gestión de las entidades imputadas”.

Entre esa información destaca CIC la resolución de septiembre de 2014 del Instituto
de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), que declaraba a Deloitte y a su socio
auditor, Francisco Celma, responsables de la comisión de una infracción continuada
muy grave y otras dos infracciones graves de la Ley de Auditoría de Cuentas. En su
informe, el ICAC concluye y sanciona la falta de independencia de Deloitte en su
revisión de los estados contables intermedios de Bankia, “lo que le convierte
directamente en responsable de los mismos”.

Además, la Confederación pide que se tengan en consideración los informes
elaborados por los peritos inspectores del Banco de España en diciembre de 2014, los
cuales concluyen que las cuentas de Bankia, S.A y el grupo BFA-Bankia
correspondientes al ejercicio 2011 contienen errores contables por una incorrecta
valoración de determinados activos. Los citados informes incluyen señaladamente a la
auditora Deloitte como uno de los responsables de no haber detectado estos errores.

“Los peritos judiciales concluyeron que ninguna de las cuentas formuladas por el
Grupo BFA-Bankia desde su creación respondían a la imagen fiel de la entidad, y que
los consejeros y directivos tenían suficiente información para haber elaborado unas
cuentas acordes a la verdadera situación patrimonial de la entidad, lo cual debería
haber sido detectado e impedido por los auditores, pues esa es precisamente su
función”, argumenta CIC en su escrito.

Sin embargo, “y a pesar de que lo anterior sería de por sí más que suficiente para
volver a llamar a declarar a los responsables de Deloitte”, CIC incorpora en su
alegaciones el informe pericial complementario de mayo de 2015, un nuevo dictamen
que “confirma el presunto fraude de la salida a bolsa de la entidad y que ni una sola de
las cuentas de BFA-Bankia desde su creación cumplió con la normativa aplicable”.

“Son abrumadores los datos que apuntan a que el masivo fraude presuntamente
perpetrado mediante la salida a bolsa de Bankia no se hubiera podido jamás realizar
sin la activa colaboración de Deloitte, que no solo incumplió sus más elementales
obligaciones, sino que además actuó como asesora en las principales decisiones
estratégicas de la entidad que la abocaron a la situación ya de sobra conocida”,
asegura CIC en el escrito presentado en el juzgado.

Por todo ello, y por alguna razón más expuesta como el incumplimiento de Deloitte de
su obligación de haber emitido informe de auditoría en el plazo legal establecido en
abril de 2012, CIC pide al juzgado que una nueva declaración, esta vez en calidad de
investigada, tanto de la consultora como de Francisco Celma, una petición que también

ha realizado a través del mismo procedimiento, con un escrito diferente, el movimiento 15MparaRato.